POR SERGIO CRUZ. Algunos consideran imprescindible que a nivel internacional se le declare Patrimonio de la Humanidad a la Semana Santa guatemalteca debido a que ha observado que si bien es cierto Cuaresma y Semana Santa es una celebración universal y sobresale en algunos países, en Guatemala tiene caracteres propios, únicos y originales que no se repiten.
Hacia 1773 cuando la ciudad es destruida por los terremotos de Santa Marta y es trasladada al Valle de La Ermita también son trasladadas las cofradías, asociaciones y hermandades importantes. Con el transcurrir del tiempo, en la Nueva Guatemala de la Asunción, dichas organizaciones alcanzaron su propia identidad. En estas gráficas vemos parte de su gran evolución en el siglo XX.
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